La solidaridad impulsa a Juventud Que Se Mueve | Infopan Tucuman

Que la juventud está perdida es una frase que no deja de escucharse, pero que es frecuentemente refutada por quienes se niegan a darse por vencidos. Y vaya si son muchos. Entre ellos figuran los integrantes de Juventud Que Se Mueve (JQM) grupo apartidario que nació en 2008 para dar respuesta a la realidad social argentina. ¿El objetivo? “Promover el liderazgo juvenil en la construcción de nuestra patria”. Según su sitio web (www.jqmtucuman.com. ar), los ejes de su trabajo se centran en la concientización ciudadana, el liderazgo y la acción social.

En 2009 vio la luz el primer gran proyecto de la agrupación. “Cambiemos para cambiar” fue un taller de concientización ciudadana para alumnos de los dos últimos años de la secundaria, que se realizó en más de 50 escuelas y colegios de Tucumán. En 2010, movidos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, llevaron adelante la campaña “¿Qué vas a hacer por tu patria?”. En mayo, a través de diversos medios, invitaron a los tucumanos a comprometerse a realizar una acción concreta para contribuir a mejorar su ámbito cotidiano para luego firmar un “Pacto del Bicentenario”.

A lo largo de los años, JQM sostuvo su apuesta por los estudiantes secundarios, realizando diferentes talleres en instituciones educativas. También sumó a universitarios y a jóvenes profesionales en un proyecto orientado a aportar la formación de cada uno en actividades en una zona carenciada de la provincia. El barrio en el que continúan trabajando es Ampliación los Vallistos, lindante con el basural de Pacará Pintado, a la vera del río Salí.

Todos pueden aportar

Conseguir fondos para sostener sus acciones siempre fue un desafío para el grupo, que se constituyó como fundación en octubre de 2014. “Buscar financiamiento a veces se hace tedioso, así que empezamos a pensar en algo que sea autosustentable”, cuenta Solana Frías Silva, presidenta de JQM.

Después de buscar opciones y tratar de elegir la mejor, se dibujó el bosquejo de Club JQM. La propuesta contempla la colaboración de particulares y empresas. Los primeros pueden involucrarse con una suma de dinero por mes y a cambio reciben beneficios en los locales adheridos. Por su parte, estos negocios realizan un aporte económico mensual, semestral o anual y sus empleados pueden ser beneficiarios del club y participar en capacitaciones de liderazgo especialmente organizadas para ellos.

“Además, a las empresas les damos publicidad y una mejora en su responsabilidad social empresaria”, agrega Frías Silva. La joven explicó que por ahora el cobro lo realizan a domicilio y que en ese momento entregan los cupones de descuento. El equipo está trabajando en ofrecer la posibilidad de hacer el aporte por débito automático y apuntan a otorgar una tarjeta que reemplace los vouchers.

Club JQM, que se lanzó en julio del año pasado, cuenta con 150 socios y 40 empresas de diversos rubros. Frías Silva detalló que el 70% de los negocios está en Yerba Buena y que ahora se propusieron buscar más en San Miguel de Tucumán.

Solidaridad y ecología

Club JQM se incorporó recientemente a una novedosa modalidad publicitaria cuando recibió la llamada de Infopan. Esta es una empresa argentina, con central en Buenos Aires, que distribuye bolsas de papel reciclado con publicidad impresa a una red de 800 panaderías, a lo largo de 16 provincias. Al recibir las bolsas, que buscan reemplazar las de polietileno, los locales se comprometen a donar parte de su producción a un comedor u ONG de la zona.

Luciano Buffo, un estudiante de Administración de empresas que trajo la franquicia a Tucumán, especificó que desde Infopan hacen el nexo entre cada panadería y los destinatarios de la donación. Frías Silva precisó que circulan las bolsas con el logo de Club JQM, su sitio web y un teléfono de contacto.